El Ministerio del Interior de Arabia Saudí ha confirmado la deportación de 412.962 inmigrantes indocumentados desde octubre de 2013.

En un comunicado emitido el martes, el Ministerio saudí indicó que esta medida se adoptó como parte de una campaña lanzada contra la inmigración y la residencia ilegal.

Actualmente, 12.873 indocumentados se encuentran en los centros especiales de detención a la espera de ser expulsados de Arabia Saudí, reza la misiva oficial para luego añadir que, durante ese periodo, el Gobierno de Riad impidió el ingreso de 155.457 inmigrantes indocumentados al país.

Desde noviembre de 2013, tras aplicar enmiendas a las normas laborales, las autoridades saudíes ordenaron la deportación masiva de los trabajadores extranjeros que provienen de países como Filipinas, La India, Indonesia, Etiopía y Somalia.

Según los informes, en el territorio árabe hay unos 9 millones de empleados extranjeros, la mayoría de ellos están atravesando situaciones difíciles y reciben poco dinero para realizar unas tareas que con toda probabilidad los saudíes no aceptarían: la recogida de basura o la construcción de carreteras.

La decisión de Riad de expulsar a los inmigrantes que no tengan la documentación en regla ha sido fuertemente criticada por el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés), que advierte que, con esta postura, el país árabe está “violando sus obligaciones internacionales”.

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